Una pandemia muy antigua: el racismo y toda forma de discriminación

22/Mar/2021

Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU     

Por Lic. Rafael Winter (Rufo), para CCIU                                                                                                                  

El 21 de marzo se conmemoró nuevamente el Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación Racial. Un día que debería ser mucho más conocido de lo que es. Y mucho más difundido… En nuestro Uruguay, demás está decir, no estamos exentos de este grave problema. Precisamente por eso es que existe una ley antidiscriminatoria.

Se origina en un acontecimiento sangriento, racista, que tuvo lugar en Sudáfrica a comienzos de la década de los 60 del siglo pasado, precisamente en esa fecha.

Este día, como tantos otros, fue impulsado – varios años después del hecho- por las Naciones Unidas.

La difícil época que nos toca vivir por los motivos de notoriedad, no debe hacernos olvidar otros graves problemas que sigue habiendo en el mundo, entre los cuales el interminable de la discriminación racial.

En nuestro Uruguay, demás está decir, no estamos exentos de este grave problema.

Precisamente por eso es que existe una ley antidiscriminatoria.

Una ley que en su momento se aprobó en el Parlamento Nacional, a iniciativa del Senador Nahum Bergstein, la ley 17.817, la cual continúa siendo un elemento fundamental a tener en cuenta.

¿Contempla la ley 17.817 todas las manifestaciones, expresiones y situaciones racistas? ¿Se aplica?

¿Se aplica en todos los casos?

En realidad: ¿es conocida como debería ser la Ley Bergstein?

Si bien es cierto que en la lucha contra esta pandemia del racismo, tanto en Uruguay como en buena parte del mundo se ha avanzado, aún queda mucho por hacer: Y las “vacunas” son la educación y la legislación.

Y me estoy refiriendo a la discriminación en general.

De quien sea, contra quien sea, en el contexto que sea, por las “razones” que sean.

Nunca puede haber razones valederas para discriminar.

Nunca.

Lamentablemente en la “vacuna” de la educación, no todos -ni por asomo- estan “agendados”.

Y cuando digo “educación” me refiero al hogar y a los institutos de enseñanza: primaria, secundaria, terciaria…

Como judíos nos atañe especialmente lo concerniente al antisemitismo.

Pero bien sabemos que la discriminación “no conoce fronteras ni límites”.

La sigue habiendo contra mujeres, afrodescendientes, judíos, homosexuales, personas de capacidades diferentes, inmigrantes, contra…

Es una lucha diaria, que no cesa, que no puede solamente depender de lo que hagan -de forma muy loable-determinadas instituciones. Depende de cada uno de nosotros.

A pesar de los avances importantes en materia de legislación, vivimos en una época en la cual, en determinadas latitudes, la discriminación en general, el racismo y el antisemitismo en particular, parecen resurgir.

A través de grupos o simplemente de “personas”.

Y no siempre se los enfrenta utilizando los “instrumentos” legales existentes de la forma más apropiada.

De vez en cuando aparecen estos mismos “fenómenos” discriminatorios bajo otros nombres, políticamente más “correctos”, pero en esencia continúan siendo lo que son…

Es muy importante estar alerta, permanentemente.

¡¡No bajar la guardia!!

Y no debemos “politizar” el tema.

La lucha contra la discriminación debería ser -ES- de todos.

Es muy importante que las minorías, además de luchar cada una por sus propios derechos, actúen en conjunto cuando la situación lo amerita.

El racismo contra afrodescendientes, por ejemplo, no es solamente un problema de “ellos”: es también MI problema.

Por sobre todo tengamos en cuenta, como dice el principio de la Declaración Universal de los DDHH, que TODOS los hombres nacen libres e iguales en derechos.

Tengamos en cuenta de que TODOS tienen, tenemos el derecho a ser diferentes.

Tengamos en cuenta además que la diversidad nos enriquece.

A toda la sociedad.

¿Terminaremos algún día con esta pandemia de la discriminación?